¿Demasiado ejercicio para el corazón?

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Running

Cuando se practican deportes a alta intensidad y por mucho tiempo, puede tener consecuencias cardiacas perjudiciales.

Triatlón, ciclismo, crossfit, atletismo y trail running son algunos de los deportes con mayor exigencia, ya que combinan más intensidad de trabajo aeróbico y de resistencia. Si a esto se suma un alto entrenamiento, es decir, muchas horas a la semana, el resultado deportivo debería ser óptimo, pero ¿qué pasa con el corazón?

El Dr. Nicolás Bunster, cardiólogo del Centro del Enfermedades Cardiovasculares de Clínica Universidad de los Andes, explica que la actividad física conlleva muchos efectos deseables a nivel del sistema cardiovascular, como baja de peso, disminución de la presión arterial, reducción de la inflamación sistémica y mejoría del perfil lipídico, de la sensibilidad a la insulina y de la función de los vasos sanguíneos.

Sin embargo, agrega que al practicar una disciplina muy exigente y por mucho tiempo, el corazón puede sufrir: “El deporte de alta intensidad y larga duración necesariamente va a generar adaptaciones cardiovasculares. Según nuestra genética, alimentación, enfermedades de base, entre otros, pueden ser adaptaciones fisiológicas o patológicas. En este último caso, puede generar trastornos del ritmo que lleven a arritmia o bloqueos del corazón y, del punto de vista estructural, puede haber engrosamiento o dilatación excesiva del corazón y desarrollo acelerado de enfermedad coronaria”.

Por esto, el especialista recomienda que todas las personas se hagan un chequeo médico previo al inicio de la actividad física. La periodicidad e intensidad del estudio va a depender del tipo de deporte y el tiempo y esfuerzo que se dedique a practicarlo.

Además, aclara que es importante consultar a un cardiólogo cuando se presenta dolor al pecho, desmayos, palpitaciones persistentes que no se expliquen por el esfuerzo realizado o sensación de arritmias, cansancio desproporcionado al nivel de ejercicio e incapacidad para recuperarse luego del entrenamiento. Los deportes que implican más exigencia son los que combinan una mayor intensidad de trabajo aeróbico y de resistencia, sumado a alta carga de entrenamiento (muchas horas semanales), por ejemplo, triatlón, TRX, crossfit, ciclismo, piragüismo, atletismo, trail running y boxeo.

Asimismo, hay condiciones geográficas y ambientales que pueden influir en el esfuerzo realizado. Por ejemplo, el calor y el frío extremos exponen al cuerpo a sufrir una mayor carga de estrés. En el caso del calor, por la deshidratación principalmente durante el desarrollo de ejercicio intenso y de larga duración, que puede derivar en golpes de calor y calambres.

En tanto, la altura geográfica va a generar estrés fisiológico, por la disminución de la presión atmosférica, lo que puede llevar a menor disponibilidad de oxígeno. A mayor altura, el fenómeno es más acentuado. “También hay factores individuales que pueden influir, como hipertensión arterial, enfermedad coronaria y arritmias, en cuyo caso se hace más necesaria una evaluación previa y una planificada aclimatación”, concluye el Dr. Bunster.

europapress