​Marcel: Convergencia de IPC a meta de 3% se dará casi un año más tarde que lo proyectado en diciembre

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El Presidente del Banco Central, Mario Marcel, presentó hoy el Informe de Política Monetaria (IPoM) correspondiente a marzo de 2019 ante la Comisión de Hacienda del Senado. En la sesión efectuada en la sede de Congreso en Santiago, expuso los detalles de la evolución macroeconómica y sus respectivas proyecciones.

Marcel asistió a la sesión acompañado del Vicepresidente Joaquín Vial; los Consejeros Pablo García, Rosanna Costa y Alberto Naudon y los Gerentes de División Política Monetaria, Elías Albagli; Política Financiera, Solange Berstein; Estadísticas, Gloria Peña; Mercados Financieros, Beltrán de Ramón y Asuntos Institucionales, Michel Moure.

En su exposición señaló que, de acuerdo con el menor nivel de la inflación y sus perspectivas, se requiere mantener el estímulo monetario por un tiempo más prolongado, haciendo una pausa en el proceso de normalización de la TPM que se inició en octubre pasado. Este proceso, agregó, deberá reanudarse hacia el mediano plazo para asegurar la convergencia de la inflación en el horizonte de política.

Indicó que dicha decisión surge del análisis y proyecciones contenidas en el IPoM. En este sentido, destacó que la principal diferencia respecto del escenario base de diciembre se ha dado en la inflación local tras la publicación del nuevo IPC. Medida por el IPC de referencia calculado por el INE en base a la nueva canasta y metodología, la variación anual de este indicador se ubica significativamente por debajo de lo previsto. Marcel indicó que “considerado el nivel actual de la inflación y lo que proyectábamos en el último IPoM, la diferencia es de 80 puntos base”.

Señaló que “en este contexto, nuestras proyecciones arrojan que la convergencia de la inflación a la meta de 3% se dará casi un año más tarde que lo proyectado en diciembre. Esto permitirá que el retiro del estímulo monetario sea más pausado que lo anteriormente comunicado por el Consejo”. Agregó que, de acuerdo con la incertidumbre en el ámbito externo, donde los mercados financieros globales siguen susceptibles y no puede descartarse escenarios más negativos, este proceso se seguirá implementando con particular cautela.

En relación al nuevo IPC, destacó que la nueva canasta de productos corresponde a los actuales patrones de consumo de la población e incorpora mejoras metodológicas en la recolección de algunos precios que habían mostrado una inusual volatilidad o tendencia. “Esto hace que el nuevo IPC sea, indudablemente, un indicador más preciso de las actuales presiones inflacionarias”, afirmó.

Marcel también se refirió a la evolución reciente de la actividad, señalando que los datos de los últimos meses confirmaron que la economía recuperó su dinamismo tras la pausa del tercer trimestre de 2018, con lo que el PIB total cerró el año con un crecimiento de 4%. En cuanto a 2019, los datos parciales de actividad del primer trimestre muestran variaciones anuales de la actividad que son inferiores a las de fines del año pasado. En ello se mezclan una base de comparación más elevada y, especialmente, un débil desempeño del sector minero, tal como lo muestran las cifras más recientes que dio a conocer el INE a fines de la semana pasada. Pese a ello, señaló que este menor crecimiento al inicio del año sería un fenómeno más bien acotado.

Respecto de las proyecciones de crecimiento para el país, indicó que el escenario base del Banco Central considera que la economía crecerá entre 3% y 4% este año, un rango algo inferior al proyectado en diciembre (3,25% y 4,25%), lo que se explica por un desempeño del sector minero menor al esperado. Para 2020 se proyecta un crecimiento entre 3 y 4 por ciento, algo por sobre lo previsto en diciembre. En cuanto a la primera proyección para 2021, esta se ubica en un rango entre 2,75% y 3,75%.

Finalmente, precisó que, para efectos de las proyecciones, en el corto plazo, se utiliza como supuesto de trabajo la trayectoria de la TPM que muestra la Encuesta de Expectativas Económicas de marzo, la que no contempla cambios en la tasa al menos durante los próximos dos trimestres.

El presidente del Banco Central concluyó su exposición ante la Comisión de Hacienda señalando que el escenario económico mundial presenta desafíos importantes para el país. En este contexto, destacó que desde hace ya dos años que se vienen desarrollando eventos que han agregado incertidumbre a las perspectivas para el crecimiento mundial, como el conflicto comercial entre Estados Unidos y China o la resolución del Brexit.

Señaló que “Chile, por ser una economía pequeña e integrada comercial y financieramente al mundo no ha estado ajena a estas tensiones, y el impulso externo que recibiremos en los próximos dos años será menor al que recibimos en los dos años previos”. Agregó que también se debe ser claro en que este escenario externo encuentra a la economía chilena en buen pie, creciendo a tasas superiores a las de años previos, con la inversión como el componente más dinámico del gasto y la absorción del significativo aumento de la fuerza laboral sin que se aprecie un aumento del desempleo, mientras los salarios siguen creciendo.

Asimismo, resaltó que el menor nivel actual de la inflación y sus implicancias para la convergencia a dos años plazo, no sólo permite adecuar el ritmo de normalización de la política monetaria, sino que otorga espacio para monitorear y analizar la evolución de las condiciones externas sin la presión de un ajuste inminente de la tasa. A ello se agrega el tradicional efecto amortiguador de la flotación cambiaria y un mercado doméstico de capitales profundo.

El Presidente del Banco destacó que el proceso de normalización de la política monetaria ha sido conducido con gradualidad y cautela, para que la economía se adecue de buena forma a los cambios en la TPM y exista el espacio necesario para revisar los cambios en las condiciones macroeconómicas. Recordó también que el Consejo ha comprometido para junio una revisión del crecimiento potencial, tendencial y la tasa de interés neutral, lo que permitirá calibrar la trayectoria futura de la TPM.

Concluyó señalando que “estas acciones expresan el compromiso del Banco con su misión institucional, así como su vocación de actuar en base a evidencia sólida y un análisis riguroso de los antecedentes. De este modo, reflejamos nuestro propósito de ser una institución en la que la ciudadanía puede confiar el resguardo de la estabilidad de precios y la estabilidad financiera como determinantes fundamentales de su bienestar”. 


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