El plan de El Corte Inglés para reducir deuda y elevar rentabilidad

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Hace más de 30 años, Galerías Preciados, el competidor de El Corte Inglés por el negocio de los grandes almacenes de España, afrontó un plan de reducción de costos y de optimización del negocio.

Entonces, los rivales del fallecido Isidoro Álvarez se percataron de que el modelo de centros comerciales exigía recorte de gasto inmobiliario, venta de sedes, reducción de personal y cesión de espacios a terceras marcas. “Tuvimos que enfrentarnos a los sindicatos de los años ochenta en una época dura. Nos hacían escraches, nos cerraban centros. Nada que ver con la realidad de hoy”, explica un alto directivo de la firma en ese momento.

Después de una grave crisis, Galerías Preciados, en la mano de la familia venezolana Cisneros, vendió el negocio a una empresa británica con grandes beneficios. Años más tarde, la empresa fue vendida a otra multinacional estadounidense y quebró. Pero las medidas aplicadas permitieron salvar a la empresa y obtener beneficios millonarios por parte de los inversores venezolanos que transformaron el negocio.

Hoy, tres décadas después, El Corte Inglés aplica la misma receta, también recomendada por asesores del negocio del retail de las grandes cadenas. El Corte Inglés afronta un grave problema estructural. Sus sedes principales son muy rentables, pero arrastra una gran cantidad de centros en ciudades medianas y pequeñas que arrojan, año tras año, pérdidas. Además, cuenta con una lenta rotación de inventario y una carga laboral de unos 90.000 trabajadores.


Las medidas en marcha


Los asesores del retail han recomendado a la cúpula de la empresa medidas similares a las aplicadas por Galerías Preciados en su primera gran crisis en los años ochenta: cesión de espacios a terceras marcas, venta de negocios no estratégicos, reducción de deuda, cierre de centros comerciales no rentables y ajuste de plantilla.

Y ahora, hasta los temas más tabú están sobre la mesa incluida la venta de centros comerciales deficitarios y el despido de trabajadores. También la venta de marcas de negocios no estratégicos.

Esta misma semana, El Corte Inglés anunció la venta de las tiendas Ópticas 2000, que operan dentro del centro comercial. También está dando entrada a nuevas marcas que pagan alquiler por usar sus espacios como cadenas de gimnasios FunFit, los espacios de juegos de Laliga o la planta de exhibición de productos Samsung en El Corte Inglés de Callao (Madrid).

La empresa también ha intentado la venta de negocios como el de Informática El Corte Inglés, frustrado hace pocos meses. También se estudia la venta de las agencias de viajes y el negocio de los seguros, según comentan fuentes cercanas a la empresa, pero hasta ahora desmentidas por la cadena.

Las medidas de contención de gasto e ingresos extraordinarios por la venta de negocios ayudarían a concretar una de las prioridades de Nuño de la Rosa, presidente de la compañía, enfocado en la reducción del riesgo crediticio, que actualmente se encuentra al borde del bono basura. (EconomíaDigital.es)

europapress