Consejo del B. Central debatió en profundidad elevar la tasa en última RPM

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Banco Central 6

En la oportunidad, los consejeros concordaron que era lógico seguir una senda de política monetaria similar a la planteada en septiembre. Esto implicaba no dejar ninguna duda respecto de la necesidad de una normalización de la política monetaria, pero, a su vez, asegurar que esta normalización sería hecha de forma gradual y con cautela.

El Consejo del Banco Central acordó de manera unánime mantener la tasa de interés en 2,75% durante la reunión de política monetaria (RPM) celebrada 4 de diciembre pasado. Sin embargo, la opción de elevar los títulos estuvo sobre la mesa y fue debatida en detalle, según consta en la minuta de tal encuentro.

Todos los consejeros coincidieron en que el escenario macroeconómico en que se enmarcaba la decisión de política monetaria era uno de continuidad respecto del IPoM de septiembre. Esto correspondía a una economía que había recuperado su capacidad de crecimiento e iba reduciendo sus holguras de capacidad.

De la mano de la reducción de estas holguras, apunta el documento, la inflación de servicios y de no transables se había acelerado sostenidamente desde inicios de año. La inflación subyacente, medida por el IPCSAE, había tenido un alza más tenue, pero se preveía que se aceleraría en los próximos meses. Con todo ello, se hacía menos necesario mantener el impulso monetario establecido cuando la economía se encontraba en la fase más baja del ciclo, por lo que correspondía seguir retirándolo con el objeto de que la inflación convergiera a la meta de política en su horizonte de mediano plazo.

En este escenario, se concordó que era lógico seguir una senda de política monetaria similar a la planteada en septiembre. Esto implicaba no dejar ninguna duda respecto de la necesidad de una normalización de la política monetaria, pero, a su vez, asegurar que esta normalización sería hecha de forma gradual y con cautela. La “gradualidad” debía ser entendida como ajustes paulatinos y predecibles de la TPM, que otorgaran el tiempo necesario para la adecuación de los agentes económicos, mientras que la “cautela” se refería a la necesidad de ponderar oportunamente eventuales cambios en el escenario macroeconómico que pudieran justificar un cambio de trayectoria.

Estos cambios eran especialmente importantes, dados los riesgos que caracterizaban a la economía mundial en la actualidad y las hipótesis que se habían incorporado a las proyecciones del escenario interno. En el ámbito externo en particular, aunque el escenario base suponía un empeoramiento moderado, con una desaceleración del crecimiento de los socios comerciales de Chile, condiciones financieras menos holgadas y un deterioro de los precios de las materias primas, seguía latente la posibilidad de cambios más abruptos en las percepciones de riesgo, en la trayectoria de la política monetaria en el mundo desarrollado y un escalamiento del conflicto comercial.


Nivel Neutral


El Consejo resaltó que no había dudas de la necesidad de llevar adelante el proceso de retiro del estímulo monetario. En el escenario base del IPoM de diciembre se consideraba que la TPM llegaría a su nivel neutral en la primera mitad del 2020. Se concordó que esta mayor precisión respecto de septiembre era necesaria en la medida que se iban acortando los plazos y la evolución de las condiciones macroeconómicas iba confirmando los contornos que había mantenido el escenario base del IPoM en el curso del año. Para algunos Consejeros, esta referencia a la fecha de llegada al nivel neutral no tenía por objetivo modificar las expectativas de mercado —que suponían esa llegada a fines del 2020—, sino solo transparentar el escenario base del IPoM y poder mantener una coherencia en la comunicación del Consejo.


Mantener con sesgo al alza


El Consejo coincidió en que la principal razón para mantener la TPM en esta Reunión era la coherencia entre las acciones del Banco y su comunicación, en especial en cuanto a que el retiro del estímulo monetario se haría de forma gradual y con cautela. Al mismo tiempo, coincidió en que el sesgo al alza que acompañaba esta decisión reafirmaba que dicho proceso continuaría en los próximos meses.

Un Consejero indicó que mantener la TPM en esta oportunidad, con sesgo al alza, podría restar flexibilidad para la decisión de la siguiente Reunión, pues podría verse como un compromiso de aumentar la TPM en enero, incluso si los datos coyunturales fuesen menos favorables que hoy. Sin embargo, agregó, también cabía la posibilidad opuesta —de mejores datos que los actuales— y en ese caso, inevitablemente, tendría que considerarse la opción de subir 25 o 50 puntos base en la próxima Reunión.


La otra opción


La opción de subir la TPM en esta Reunión podría apoyarse en la idea que, dada la amplia brecha entre la TPM actual y su nivel neutral, el riesgo de equivocarse era bajo y permitiría graduar más las alzas futuras. Sin embargo, tenía como principal punto en contra que podría dar una señal de urgencia en el retiro del estímulo monetario que no era coherente con la gradualidad y cautela comprometida por el Consejo.

europapress