BASF baja beneficio neto a septiembre por problemas del sector automovilístico y la ralentización de China

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El grupo químico alemán BASF bajó en los tres primeros trimestres el beneficio neto atribuido hasta 4.359 millones de euros, un 4 % menos que en el mismo periodo de 2017, tras la caída de la producción industrial por los problemas del sector automovilístico y la ralentización de China.

BASF informó que el resultado operativo se redujo hasta 5.564 millones de euros, un 10 % menos que en los nueve primeros meses del año pasado.

La contribución del segmento de químicos al beneficio operativo fue menor, pero también la división de materiales y las de productos fitosanitarios redujeron el resultado.

"El crecimiento de la producción industrial no alcanzó nuestras expectativas en el tercer trimestre de 2018, principalmente por los acontecimientos en la industria automovilística en septiembre", dijo BASF en el balance.

La introducción de los nuevos estándares de emisiones tuvo un impacto en Europa, y además, el conflicto comercial entre EEUU y China está llevando a una ralentización del crecimiento económico en Asia, principalmente en China.

BASF cerró en el tercer trimestre la adquisición de negocios y activos de Bayer, que generan unas ventas de 2.200 millones de euros y que el fabricante de la aspirina tuvo que desinvertir para poder adquirir la estadounidense Monsanto.

La facturación subió hasta septiembre un 2 %, hasta 47.089 millones de euros, pero en el tercer trimestre aumentó un 8 %, a 15.600 millones de euros, tras el incremento de los precios de venta en todos los segmentos y los volúmenes de venta.

La adquisición de los negocios de Bayer en agosto también contribuyó al crecimiento del volumen de negocios.

BASF tuvo en el tercer trimestre unos extraordinarios de -75 millones de euros, por la integración de los negocios de Bayer y medidas de reestructuración y en comparación con los +122 millones de euros un año antes.

El presidente del comité ejecutivo de BASF, Martin Brudermüller, dijo al presentar el balance que BASF y LetterOne han acordado la fusión de Wintershall y DEA, por lo que es necesario ajustar la cifras con efectos al 1 de enero de 2018 y de los años anteriores.

El bajo nivel del caudal del Rin también tuvo efectos en el resultado de BASF, porque limitó la producción en el tercer trimestre e incrementó los costes de transporte, según Brudermüller.

El presidente de BASF hizo hincapié en que "los desafíos en el entorno macroeconómico aumentan", lo que se refleja en los resultados del tercer trimestre.

BASF tenía a finales de septiembre una deuda de 18.026 millones de euros (11.485 millones de euros a finales de 2017).

El grupo prevé en todo 2018 un ligero aumento de las ventas y una considerable caída del beneficio operativo después de extraordinarios, cuando antes sólo pronosticaba una pequeña bajada. (EFE)


europapress