​Las Comunidades Invisibles y sus Vulnerabilidades

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Leonardo Moreno

El gobierno presentó una nueva herramienta para la coordinación de la gestión hacia los grupos vulnerables llamada Mapa de la Vulnerabilidad. Este instrumento, además de ayudarnos como país a dimensionar a los grupos más vulnerables de la sociedad, busca responder a la pregunta que toda sociedad debe hacerse de tanto en tanto: ¿hacia dónde apuntar para que nadie se quede atrás del desarrollo? Hasta ahora, las respuestas que hemos dado como sociedad en su conjunto no han sido suficientes para dejar atrás problemas como la falta de acceso a oportunidades equivalentes o la inseguridad económica y social que experimentan los adultos mayores, las familias con enfermos graves o quienes tienen empleos precarios.

Nuestras respuestas deben necesariamente incorporar una mirada hacia el futuro y quedar plasmadas en el diseño de nuevas políticas sociales que consideren la participación de las personas, la pertinencia territorial y tengan un enfoque más participativo.

Acabamos de recibir el informe de Naciones Unidas sobre el cambio climático, y nuestro país no está resguardado frente a las nuevas pobrezas que dicho fenómeno provocará en los medios de vida de las personas. Además, en un país con una alta vulnerabilidad social como el nuestro, los primeros en verse afectados son y serán quienes hoy viven en pobreza. Efectivamente, las nuevas pobrezas producto de la depredación ambiental, la contaminación de agua, aire y suelo, y la falta de agua, ya afectan a miles de chilenos. Los reportes de la DGA indican que este verano nuevamente se registrará déficit de agua, lo que en cientos de comunas implicará directamente la dependencia de camiones aljibes para los funcionamientos básicos familiares. Ya hay 76 comunas en condición de "escasez hídrica" y esta situación empeorará año tras año.

A las nuevas pobrezas del cambio climático, se deben sumar las que se generan con la modernidad, la desigualdad en el acceso a las tecnologías o la pobreza del tiempo, que se ve agravada por el centralismo con que funciona Chile: las familias de zonas rezagadas simplemente deben invertir más tiempo en llegar a centros de salud, de educación y de servicios.

Desde SERVICIO PAÍS estamos constantemente monitoreando y trabajando en estas nuevas formas de pobrezas en los lugares rurales más apartados y buscando soluciones participativas a los problemas más sentidos de las comunidades. Los rezagos que vemos no son solamente territoriales o socioeconómicos, son también simbólicos y se traducen en comunidades invisibles, tanto para la política social y las autoridades, como hacia la ciudadanía en general.

Para una comunidad, comenzar a "ser visible" implica poder activarse y movilizarse, poder conectarse con nuevas oportunidades y ser considerada como un actor social válido en un determinado territorio, y provocar cambios concretos en las comunas donde habita y trabaja. Cualquier estrategia de superación de pobrezas actuales y nuevas no tendrá éxito si no es pertinente a los problemas y diversidades humanas y territoriales.


Leonardo Moreno

Fundación para la Superación de la Pobreza

europapress