​Un Dilema Complejo

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Luis Riveros

Brasil es dueño de inmensas riquezas naturales y posee un bien asentado sistema productivo. Sin embargo, el candidato presidencial que triunfe en las próximas elecciones de octubre se encontrará con un país inmerso en una severa y profunda crisis social y económica. Desde luego, la existencia de un 8% de déficit público, y una deuda del mismo sector público que alcanza a 80% del producto. Además, está sufriendo un desempleo de 12.4%, mientras que la pobreza alcanza a más de un 23% de la población según datos del Instituto de Estadísticas. Todo esto significa un alto grado de inconformismo, pero también implicará ajustes necesarios para restaurar el crecimiento, asegurar la estabilidad y promover la inversión, la cual ha venido decayendo en forma alarmante durante el pasado quinquenio. El problema, sin embargo, va muchos más allá: hay una crisis marcada de valores y reina una profunda decepción con la política. El ex presidente está en la cárcel por delitos de malversación, y contribuyendo a una larga serie de denuncias por corrupción que Brasil ha venido sufriendo. La desesperanza del pueblo brasilero se anida en esas mismas tendencias: malos resultados económicos y la existencia de un sistema que ha promovido corrupción a todo nivel y en muy distintas esferas. El candidato de la derecha ha lanzado una propuesta que tiene que ver con el reordenamiento de los asuntos económicos y políticos. Con un lenguaje agresivo que le ha hecho merecedor de duras descalificaciones es, sin embargo, quien mejor representa la decepción del electorado y la necesidad de reformas profundas en el hacer económico y social. Por cierto que su contrincante, quien representa ante el electorado a ese Brasil de retraso en lo económico y de profundo desapego de la política de los problemas reales, enfrenta un duro panorama para conformar las expectativas de un pueblo desilusionado. Ya ha pasado antes: la desilusión lleva a construir liderazgos que reflejan el sentimiento de la gente, más que a patrones ideológicos definidos, factores usualmente descuidados por los liderazgos políticos tradicionales.


Luis A. Riveros

Universidad de Chile

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