B. Central: Elevar la TPM en septiembre habría resultado inesperado y confuso

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Banco central

Pese a que la opción de mantener la tasa de interés en 2,50% en la Reunión de Política Monetaria (RPM) de este mes fue unánime entre los consejeros del Banco Central, la alternativa de comenzar el retiro del estímulo estuvo sobre la mesa y se discutió con detención.

Según consta en la minuta de la cita, el principal argumento a favor de subir los tipos en el corto plazo “era que la evolución de las condiciones macroeconómicas y sus perspectivas inmediatas eran suficientes para impulsar la inflación a 3% (…) Además, postergar demasiado el comienzo de este proceso obligaría a comprimir el proceso de ajuste en un menor tiempo, dejando menos espacios para pausas en dicho proceso, las que podrían ser valiosas para decantar información.”

En la oportunidad, a su vez, se apuntó que “el actual escenario —de crecimiento mayor que el tendencial e inflación cercana a la meta— era bastante distinto de lo que se veía el año pasado, cuando la economía estaba creciendo por debajo del tendencial y la inflación estaba claramente por debajo de 3%. Por lo mismo, la TPM, en una circunstancia y otra, obviamente debía ser distinta.”

No obstante, primó la opción de mantener la tasa, sobre todo, ya que subirla en aquella RPM ”resultaría inesperado y, en consecuencia, confuso, contraponiéndose a las prácticas deseables de una política debidamente informada y anticipada. Si bien siempre se podía sorprender al mercado, ello tenía costos y, por lo tanto, hacerlo exigía buenas razones.”

Al mismo tiempo, acotó la autoridad, “para que el ajuste fuera efectivo, era importante que su fundamentación y oportunidad fuesen nítidas para el mercado. En tal sentido, había elementos que interferían en esa comprensión. Primero, una brecha importante entre el diagnóstico contenido en el IPoM que se divulgaría al día siguiente y las actuales percepciones del mercado, la que requerirá algún tiempo para ser asimilada. Segundo, una reciente escalada cambiaria que podía llegar a confundir el sentido de un incremento de la TPM y los determinantes de la inflación a los que el Consejo asignaba mayor relevancia para tomar sus decisiones. Tercero, una inflación subyacente que se mantenía por debajo de 2% y que podía generar dudas sobre la necesidad inmediata de un ajuste. Una vez difundido el IPoM, los diversos agentes económicos estarían en mejores condiciones para evaluar la situación y comprender los ajustes que se requerían en el impulso monetario.”

En definitiva, primó la opción de extender la pausa y comunicar que en los próximos meses comenzaría el proceso de retiro del estímulo monetario ya que se “evitaba sorprender al mercado, lo que podría comunicar una sensación de premura o atraso en el proceso de normalización que no se condecía con el análisis presentado en el IPoM.”

En su lugar, concluyó el Consejo, “se comunicaba que la evolución de las condiciones macroeconómicas apuntaba con claridad a la necesidad de un retiro gradual del estímulo monetario. Con ello se estaría señalando que, en la medida que las condiciones se mantuvieran, se veía una creciente probabilidad de dar inicio al retiro del estímulo monetario en forma anticipada.” Por lo pronto, la minuta constata que “los riesgos internos hoy estaban acotados y los externos permanecerían por un tiempo más prolongado.”

europapress