​Etiquetado de los Alimentos: ¿Qué hay tras los ingredientes sustitutos?

|


A partir de hoy comienza a regir la segunda etapa de la Ley de Etiquetado de los Alimentos, normativa que obliga a poner octágonos negros a los productos envasados con alto contenido de nutrientes críticos. Si bien es común ver los productos con estos sellos de “alto en” grasas saturadas, azúcares, calorías, sodio, se estima que con las nuevas exigencias, el 80% de éstos alimentos procesados llevaría el marcador negro.

Etiquetado de alimentos

“Lo que cambia es que aumentan las exigencias de aplicación de los puntos de corte, porque antes con 22,5 gramos de azúcar por 100 gramos de alimento clasificaba para ‘Alto en’ desde ahora basta con 15 gramos de azúcar por 100 gr., para tener el sello ‘Alto en Azúcares’)”, explica Jessica Moya, académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la U. San Sebastián (USS).

Además de este cambio, se exige que la publicidad de estos productos en los medios de comunicación deberá contener el mensaje adicional que señala: “Prefiera alimentos con menos sellos de advertencia”.

Moya señala que para lograr un permanente cambio de hábito, no basta con las modificaciones individuales, pues lo decidor es el entorno social y las oportunidades que brinda para favorecer el cambio de hábitos.

En esa línea, la nutricionista sostiene que los consumidores han ido aprendiendo lo que significa la presencia de uno o más sellos de advertencia en los productos, identificando los que pueden ser menos saludables, pero lo que falta es “reforzar la educación al consumidor porque si bien el impacto en la industria ya se ha observado por medio del desarrollo de alimentos con menor presencia de sodio, grasas saturadas, azúcares y energía, es el usuario y su entorno, lo que predispone o no al consumo de estos productos”.


¿Qué estamos comiendo?


Es frecuente ver avisos comerciales en donde se publicitan productos dulces por definición, pero aludiendo a que no tienen sellos. ¿Cómo es posible? La académica de la USS explica que la industria alimentaria en este tipo de productos declara los componentes en gramos y no en mililitros, por lo cual el corte es menos estricto.

Por ello comenta que “los alimentos con consistencia de papillas como los yogures debieran establecer claramente si son sólidos o líquidos, de manera que no quede al arbitrio de las empresas esta definición”.

No obstante, reconoce los esfuerzos de la industria en bajar los niveles de los componentes críticos y pone el acento en que es necesario que esta adaptación y reemplazo de los ingredientes poco saludables, sea por aditivos sanos y seguros para el consumo.


¿Qué sustitutos está usando la industria alimentaria?


Las modificaciones no necesariamente son más saludables, ya que el reducir azúcar y grasas saturadas lleva muchas veces a la incorporación de otros aditivos y “ahí hay que poner límites”, dice la docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la USS, quien explica cómo se han ido modificando los productos a partir de la entrada en vigencia de esta ley, enumerando algunos de ellos

  • Lo que se está viendo es la mayor utilización de endulzantes no calóricos, y de polioles (un tipo de hidratos de carbono) en vez de azúcar.
  • Uso de la carragenina (texturizante) en vez de materias grasas.
  • Cloruro de potasio en sustitución del sodio o derechamente la reducción de sal.
  • Por último, Moya comenta que “los alimentos procesados y ultra procesados presentan muchas veces una solución, por lo que es muy difícil y casi imposible que los dejemos de consumir, pero deben estar en menor proporción en nuestra dieta respecto a los alimentos y preparaciones, caseras, naturales y mínimamente procesados”.

    europapress