El Presidente Sebastián Piñera resaltó este viernes que “Chile quiere, puede y será un país desarrollado.” Señaló que “llegó la hora de cumplir con nuestra gran misión, de dar un gran salto para transformar a Chile en un país desarrollado, sin pobreza.”
En el marco de la Cuenta Pública de su segundo mandato, el Mandatario indicó que con la “falta de diálogo” que surgió a partir de mediados del siglo pasado, “se inició una lucha que terminó derrumbando nuestra democracia”,
Junto con resaltar la importancia de la unidad y la búsqueda de acuerdos y del peligro “de los intentos refundacionales, de la lógica de la retroexcavadora”, apuntó que es indispensable “un justo equilibrio entre cambio y continuidad.”
Recordó que la reforma tributaria y laboral frenó el progreso de los últimos años, afectó la inversión y la productividad, con desequilibrios fiscales y un ascenso de la pobreza. “En suma, Chile tuvo el peor desempeño económico en tres décadas y vio amenazado el liderazgo en la región.”
Agregó que “también hubo retrocesos en delincuencia, se debilitó la protección de la infancia”, y en materia de Salud, dijo, hubo un aumento de listas de espera que llegaron a 2 millones de personas, al tiempo que se advierte un estancamiento en la calidad de la educación.
Con todo, sostuvo, “se está restableciendo la confianza y Chile se pone en marcha nuevamente hacia el desarrollo.” Destacó el crecimiento de 4,2% alcanzado en el primer trimestre. “Confiamos en que esta recuperación se mantenga (…) Estamos enmendando el rumbo”, dijo.