​Cuatro años clave

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Alfredo Barriga

Comienza la segunda administración del Presidente Piñera. En su discurso del domingo dejó establecidas las prioridades que capturaron todos los titulares: infancia, salud, seguridad, superación de la pobreza y paz en la Araucanía. Pero también habló de otras prioridades que, lamentablemente, aún no son recogidas como tales por los medios de comunicación. Las primeras las calificaría como “prioridades de la situación heredada”, porque se han transformado en prioridades debido a que son temas que no fueron resueltos en el pasado, o que son el producto de malas políticas públicas y malas decisiones.


Las prioridades a las que me refiero, y de las que el Presidente habló reiteradamente y con mucha fuerza, son las relativas al mayor desafío que enfrenta Chile en los próximos años: su plena inserción en el siglo 21, respondiendo adecuadamente a los profundos cambios de paradigma económicos, sociales y políticos que trae la nueva revolución tecnológica.


En una conferencia sobre disrupción en la energía limpia, Tony Seba – un estudioso en el efecto de tecnologías disruptivas de la Universidad de Stanford – muestra dos fotos de la Quinta Avenida en Nueva York. En la primera se ven las calles llenas de carruajes tirados por caballos, y la pregunta “¿Dónde está el auto?” En la segunda se ven las calles llenas de autos, y la pregunta “¿Dónde está el carruaje tirado por caballos?”. La primera foto es del año 1.900. La segunda, del año 1.913. En apenas 13 años esa revolución tecnológica cambió el aspecto de las ciudades y la vida de sus habitantes. La nueva revolución tecnológica es aún más profunda y más rápida. Y se va a desplegar con fuerza en los siguientes 8 años. Lo que hagamos en los próximos 4 años será clave para el destino de Chile.


Estuve el domingo en el cóctel en La Moneda. Alcancé a hablar con 5 ministros y otros cargos clave del actual Gobierno. Encontré interlocutores conscientes del tema. Hay terreno fértil para avanzar. Pero de nada servirá el esfuerzo que se haga desde el Estado si el sector político, el sector privado y la Academia no siguen detrás, con sentido de urgencia y dispuestos a poner toda la carne en el asador. He aquí un tema urgente que nos puede y nos debe convocar y unir como país.


Si no nos tomamos en serio este desafío como nación, las siguientes marchas en la calle no serán de estudiantes, sino de trabajadores y ex estudiantes universitarios que no tienen trabajo ni dónde aplicar unos conocimientos que ya quedaron obsoletos. Sería un contrasentido ocuparnos del presente de nuestros niños dejando de lado su futuro.


Si por el contrario empujamos bajo el liderazgo del presidente Piñera (que lo tiene muy claro), tenemos una alta posibilidad de por fin llegar al desarrollo, no solo económico, sino integral de los habitantes de Chile.


Alfredo Barriga Cifuentes


Consultor en Transformación Digital


Profesor UDP


Autor de “Futuro Presente: cómo la nueva revolución digital afectará mi vida”

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