​La posverdad de Eyzaguirre

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Enrique Goldfarb

En entrevista a Reportajes del diario La 3ª del domingo pasado, Eyzaguirre concluye que lo que hizo este gobierno significó acercar Chile al desarrollo.


Enumera una serie de iniciativas legales que se encuadran en las cuatro reglas básicas que, según él, definen a un país desarrollado: esfuerzo deliberado por dar igualdad de oportunidades, un umbral mínimo de protección social, la protección a los ciudadanos contra los poderosos y la delincuencia, y una democracia inclusiva, incluyendo a las regiones.


Y de aquí viene una confusión mortal, ya que olvida dos factores primordiales: el primero es la libertad, que sólo la da un sistema de mercado, la cual Eyzaguirre no vería en este tipo de gobiernos, ni en su vida, ni en la otra. La segunda es la prosperidad, que es imposible de lograr con su tipo de gobiernos, es decir el crecimiento o desarrollo económico. Según él, el crecimiento es el sacrificio que se debe pagar -olvida decir que es eterno- para tener un país desarrollado según su peculiar definición, ya que expresa que “no hay almuerzo gratis”. ¡Pero, qué caro resultó el menú de Bachelet!


Es todo lo contrario


A mi entender, el razonamiento es perfectamente el inverso. Los esfuerzos de dar igualdad de oportunidades y protección social, la protección de los ciudadanos contra la delincuencia, deben matizarse de acuerdo a las condiciones que se requieren para ampliar las libertades individuales y poder crecer, lo que limita desde ya los impuestos y regulaciones reñidas con una economía social de mercado. Respecto de la protección, los poderosos deben cumplir con la ley, eso no se discute, pero el país al que nos querían llevar Eyzaguirre y los suyos avanzaba aceleradamente hacia la desaparición de los empresarios poderosos, para ser sustituidos por comisarios poderosos, y aquí ¡¿quién vendría a defendernos?!


Las frases para el bronce...permanecen


En la entrevista hay pasajes memorables, como que su frase de bajar de los patines a los rubios, de ojos azules y ricos fue tergiversada. Más clara y directa es imposible. Poco le faltó para repetir lo que decían sus camaradas comunistas de la época de Allende: “los momios al paredón y las momias al colchón”. Dice que la retroexcavadora de Quintana fue igualmente tergiversada, pero ésta responde inequívocamente a la intención de borrar el mercado de la economía chilena, ejemplo de lo cual es justamente la propia reforma educacional del mismo Eyzaguirre, la reforma sindical, la herida mortal a la inversión de la reforma tributaria, y la V-2 que quedó en el limbo, aunque la presidenta ha expresado que igual la mandará al congreso: la reforma a la constitución, la madre de todas las batallas, porque aquí se borra todo de un plumazo.


La NM acercó al país al comunismo


No fue al desarrollo a lo que nos acercó la NM, sino que al comunismo. La satisfacción del PC con todo lo hecho es la mejor demostración, ya que, para un comunista, lo bueno es aquello que lleva al comunismo. De otro lado y entendiendo el desarrollo como lo que es de verdad y no como posverdad, nada más claro y patente que ver todos los casos de intenciones de inversión y optimismo que se han abierto cuando salió finalmente elegido Piñera. Como ya lo dije varias veces: Chile se salvó. Y no se trata de los brotes verdes, ya que un día antes de la 2ª vuelta, el panorama para todos los que no estaban apitutados con el gobierno era negro-black. Con el verdadero desarrollo, todos tienen más oportunidades, incluso aquellos que trabajaron para el socialismo como la NM. Pero en caso contrario y de haber seguido con estos gobiernos de izquierda, no habría habido esperanzas para las mayorías.


Eyzaguirre padece de la misma ceguera que Bachelet, quien cree que dejará un legado, pero esa herencia no será otra que el ferviente deseo de que, ojalá, ni ella ni los suyos vuelvan nunca más.


Enrique Goldfarb

Economista

europapress