Aun cuando el EBITDA de la compañía se incrementó 60% entre junio de 2017 y de 2018, el flujo estuvo influido por las ventas de cartera castigada (marzo de 2017), venta de cartera al FIP III (marzo de 2018) y el menor devengo de cartera producto de la venta de cartera al FIP II (septiembre de 2017).
La clasificación, en tanto, se ratifica en categoría AA- para solvencia y bonos, y en categoría N1+/AA- para efectos de comercio.
La posición financiera de la empresa no se verá deteriorada con la nueva línea de bonos que actualmente se encuentra en proceso de inscripción, señala la clasificadora.
El cambio se produce en consideración a que The Bank of Nova Scotia adquirió el 68,23% de las acciones del BBVA Chile, con lo cual el banco pasó a tener una matriz con una mayor clasificación de riesgo internacional que su antiguo controlador.
La deuda de la compañía se incrementaría en US$ 160 millones al cierre de junio de 2018, dado el pago acordado al Grupo Rocío por la fusión del negocio de arándanos. A lo anterior se sumaría la deuda de la sociedad absorbida, cuyos efectos en conjunto elevarían los indicadores de deuda al cierre del primer semestre. Sin embargo, este efecto transitorio si iría diluyendo conforme el negocio adquirido en Perú comience a consolidar sus flujos, en términos de EBITDA.
El positivo desempeño operacional de la compañía ha mejorado la capacidad de SMU para refinanciar sus obligaciones con mejores condiciones en el mercado.
Luego que el grupo controlador enajenara parte de sus acciones durante 2017, el floating de la acción se incrementó desde 38,55% (que mantenía al 2016) hasta 47,07%, aumentando con ello, las acciones susceptibles de ser negociadas habitualmente en bolsa.
La estructura financiera de CCU mantiene niveles de endeudamiento históricamente conservadores, lo que está muy ligado al modelo de negocios que mantiene el grupo controlador y que para CCU adquiere relevancia sobre todo para hacer frente a sus obligaciones en etapas de crecimiento, tanto orgánico como inorgánico.
La operación peruana debería alcanzar un EBITDA positivo para fines de 2018, lo que permitiría mejorar los flujos de caja a nivel consolidado -aunque inicialmente son muy poco significativos. Asimismo, la mayor base de clientes en Perú permitió contrarrestar el efecto de la caída de clientes en Chile.
Los cuatro principales locatarios de la compañía acumularon el 39% de los ingresos de 2016.• Madurez de los activos y plan de inversión: Respecto a la madurez del portafolio, el activo más relevante que Patio Comercial inauguró en 2016, fue la primera etapa del outlet La Fábrica, el cual aún se encuentra en etapa de maduración.