Y no es que no se conozca la naturaleza corrupta de tales actos, pero protegidos con el manto del poder y la complicidad, los autores se auto perciben como invulnerables.
El 7 de junio de 1880, apenas doce días depués de la Batalla de Tacna que marcó el punto de quiebre a favor de Chile en la Guerra del Pacífico, ocurre uno de los hechos más emblemáticos del conflicto: el asalto y la toma del Morro de Arica.