La reciente designación de Diego Vela, ex presidente de Revolución Democrática, como nuevo integrante de la delegación chilena en la OCDE en París ha generado una oleada de cuestionamientos. El traslado de Rocío Valdés, una destacada profesional con amplia trayectoria en finanzas públicas, al Banco Mundial en Estados Unidos, ha dejado un vacío que cuesta entender desde una lógica puramente técnica. Valdés, quien ha trabajado en el Ministerio de Hacienda y el Banco Central, tiene un currículum impecable y una experiencia incuestionable en el ejercicio de las funciones que desempeñaba. Sin embargo, el Gobierno ha optado por dar un giro inesperado al seleccionar a Vela para ocupar este cargo clave.