Rodrigo Barcia



Rodrigo Barcia

Ciertamente las primarias fueron sorprendentes, pero dado que se trato de un “voto experto”, es decir, de votantes más comprometidos, la elección fue más objetiva o racional. Lo sorprendente, en todo caso, es que la votación de la extrema izquierda, -porque ni el FA, ni el PC, son partidos de centro-, fue altísima.

La regla de los 2/3 establecerá un modelo social, económico y cultural que será, como la Constitución de 1980, prácticamente inmodificable, y las elecciones mayoritarias serán impotentes para genera un cambio de rumbo.

¿Por qué el principio de subsidiariedad es tan relevante respecto a la provisión de derechos sociales, y el principio de la intervención máxima del Estado, (denominado parcialmente como solidaridad), es tan negativo?

La intención de voto del plebiscito no nos trajo demasiadas sorpresas. Pero, sin duda, la cifra con la que ganó la alternativa apruebo fue una sorpresa. Es verdad que para lo relevante de la decisión, la votación fue baja (ello aunque sectores de izquierda la presenten como la más alta votación con voto voluntario).

¿Por qué la reforma del sistema de pensiones en tramitación en el Congreso (que establece una cotización contributiva) generará más pobreza y decepción que el sistema que tenemos en la actualidad?

Si el hombre de la Ilustración era un hijo de la razón, nosotros somos hijos de los derechos fundamentales. El hombre posmoderno no es racional. En cierto grado el hombre posmoderno es como los conservadores católicos, -a quienes por cierto desprecia-, ya que ambos se guían por valores “absolutos”.

Las sociedades que ceden frente a la fuerza ilegítima están condenadas a perder sus derechos y libertades. EL colectivismo, el fascismo, el marxismo, y nuestro populismo Latinoamericano, sólo pueden crecer en la medida en que no se les pone coto mediante una fuerza más grande que la que estos movimientos ejercen.

En la dicotomía entre la libertad y la igualdad, el imbécil se moverá negando una y centrándose únicamente en la otra.

En materia política a veces tendemos a confundir las cosas. La extrema izquierda ha posicionado dos ideas nocivas y ciertamente falsas que es necesario combatir.