Rodrigo Barcia



Rodrigo Barcia

La muerte del presidente Piñera marca una dolorosa pérdida para el país, y especialmente para la derecha. Mi admiración y respeto hacia Piñera no radica en su exitosa vida empresarial, ni en su excelente primer gobierno, ni en su incasable energía. Más bien ella radica en su segundo gobierno.

En esta fecha nos ronda el fantasma del octubrismo y se suele señalar que dichos eventos, tan desastrosos para el país, se podrían repetir. 

Hay varios elementos en el proyecto de constitución que debilitan el estado de Derecho. Entre ellos está el debilitamiento del Poder Judicial, que sería reemplazado por un Sistema Nacional de Justicia.

El Banco Central ha colocado la friolera de 25 mil millones de dólares para apuntalar el peso. Hay poderosas razones técnicas para estimar que ella no es una buena medida. Naturalmente que un dólar a 1.000 pesos, o sea, una fuerte devaluación del peso, es algo que, en principio, no es deseable.

El hombre posmoderno más que guiarse por la racionalidad en sus determinaciones decide por sentimientos y percepciones.

Sin lugar a dudas Kast propinó una gran derrota a la extrema izquierda el fin de semana, pero dicha victoria excede la derrota en la elección de congresistas.

En estos días se ha condenado una publicación del mercurio sobre el nazi, Hermann Göring. Lo curioso es que el candidato Gabriel Boric condenara dicha publicación.

Para responder estas preguntas analicemos la caída de Sichel del segundo lugar en las encuestas al cuarto. Se puede pensar que ello es un efecto de errores de campaña; pero dejando fuera los errores comunicacionales o más formales, si se quiere, centrémonos en la posición del candidato frente a un tema fundamental: la anomia o la pérdida del orden público.

Estamos en un escenario político muy delicado. Las señales son demasiadas para ser ignoradas. No se trata sólo que la Convención Constitucional está en manos de la extrema izquierda, a ello se suma un gobierno al que, durante todo el período presidencial, se le negó el poder sacar adelante la más mínima modificación legislativa, la deuda pública y el gasto público desatados, un populismo extremo en el Congreso -que está destruyendo la económica y todo el sistema previsional-, la pérdida del orden público en todo el país (con delincuencia validad y promovida por medios de comunicación y partidos políticos de extrema izquierda), y un largo etcétera. Los economistas señalan que lo relevante en cualquier análisis más que los datos específicos es la tendencia y ella no es buena. La tendencia mundial tampoco se ve muy positiva, por tanto, hay que armar rápidamente un centro político fuerte.

En estos días se discute si el constituyente Rodrigo Rojas Vera debería ser destituido o de si debe renunciar y dicha renuncia debe ser aceptada. El motivo de su eventual destitución o renuncia estaría dado a que mintió respecto de estar enfermo de cáncer.