Nicole Stuckrath R.



Nicole Stuckrath R.

La ciencia económica, a diferencia de otras, no tiene la posibilidad de aplicar pruebas de laboratorio guiadas para medir el impacto de las herramientas e instrumentos de política económica aplicada. Bajo ciertos escenarios, donde se pueden manejar ciertas variables de control, es posible medir el comportamiento que dichas variables exhiben tras la aplicación de incentivos directos o en su defecto, lo que ocurre al retirarlos o no aplicarlos.

El legado de una nación está, en un alto porcentaje, en el acceso al bienestar y la riqueza de su sociedad. Esto ocurre cuando su población tiene acceso a pilares fundamentales para batirse de manera autónoma haciendo uso de sus medios para alcanzar y mantener un desarrollo sostenible.

Recesión prolongada versus Depresión económica, ¿En qué punto podemos hacer el corte para diferenciarlos ? Las recesiones se producen tras dos o tres trimestres, incluso intercalados, de caída en la actividad respecto de mediciones en períodos similares de comparación. Las depresiones económicas son caídas en la actividad que se prolongan por un año o más y, generalmente, vienen acompañadas de un cambio profundo en las expectativas de los agentes económicos. Ello ocurre cuando se pierde la confianza en el mercado, manifestándose una profunda caída en el gasto, que altera el comportamiento hacia una protección exagerada de los recursos.

Al igual que muchos, no sólo siento estar siendo protagonista de una película de terror sino que también siendo observadora y, en primera fila, de una intensa y profunda clase de macroeconomía.

Emergiendo nuevamente los costos de transacción en el proceso que sin lugar a dudas revelarán efectos en el crecimiento económico, debido a su costo, el que se  concreta a la fecha en incrementos en el gasto publico del orden de 1% del PIB ( aumento del déficit) y posibles ampliaciones en la liquidez, con efectos en el balance monetario, que sin el beneplácito ciudadano no serán las medidas justas y suficientes esperadas, con lo que se preve que la relación causal que busca explicar dicho modelo se revirtiera por completo.

Ya va algo más de tres meses en que las turbulencias locales y mundiales no han parado de resonar en el ambiente. Crisis y estallidos sociales, han ido ajustando y alineando demandas civiles de gran calibre, que en nuestro escenario local, sabemos que pueden converger, validadas por los votantes, en un rediseño de la carta magna, brújula de ruta para nuestra sociedad...... no hay varita mágica para resolver problemas profundos. Acompañando a esto, la carencia de una tranquilidad relativa que permita sentar bases para poder proyectar, realizar y concretar proyectos y lineamientos productivos en los diferentes sectores productivos, mantiene una severa incertidumbre local, la que termina por soslayar de manera significativa los indicadores económicos nacionales.

A pocos días de conocer el resultado del informe sobre competitividad mundial, destaca el hecho que todas las economías latinoamericanas consideradas, en dicho ranking, han perdido posiciones de manera muy significativa. Pilares agrupados en áreas como institucionalidad, Infraestructura, entorno macroeconómico, salud y educación, desarrollo, eficiencia, tecnología e innovación, todos ellos planteados innumerables veces en los programas de gobierno locales, no son capaces de evidenciar avances debido a la incapacidad de aplicar transformaciones reales, por medio de reformas disruptivas, las que parecen inviables de frente al sistema burocrático, rígido y de severa miopía local, profundamente enraizado en la región.

Mientras más rupturista el cambio más fuerte se siente el proceso dentro de la cadena productiva, donde las empresas e industrias van integrando estos ajustes en sus líneas de producción, el uso de recursos, la formación e inversión en el recurso humano que determina el tipo de trabajador que se requiere, entre varios más.

Lo que es evidente es que Chile no podrá alcanzar tasas de crecimiento potencial promedio sobre el 5% o 6%, como en alguno de sus mejores momentos económico, solamente explotando recursos naturales sin evaluar como incorporar valor agregado.

Los empresarios de diversos sectores visualizan algunos cambios en el comportamiento económico y cierta reactivación de los negocios pero, estos, están siendo absorbidos por capacidad instalada disponible y no explicados por nuevas instancias de inversión que permitirían blindar a los fundamentos para asegurar un senda de expansión de mayor magnitud.